Wired for the Heat: A day in the life of a summer electrician wearing high-visibility safety clothing.

Conectado para el calor: Un día en la vida de un electricista de verano que viste ropa de seguridad de alta visibilidad.


Hay algo en el olor a asfalto caliente y el zumbido de un transformador que me dice que es verano. Mientras la mayoría de la gente va al lago o enciende el aire acondicionado, yo me pongo mis botas con punta de acero, agarro mi cinturón de herramientas y me pongo mi camisa reflectante amarilla brillante. Todo electricista necesita esta camisa para sobrevivir al calor.

6:00 am – ¡El sol está a punto de ser derrotado!

Los días de verano empiezan temprano. Me levanto antes de que el sol se haya apagado. ¿Por qué? A las 11 de la mañana, la camiseta de alta visibilidad empieza a parecerme más a un sauna personal que a un equipo de protección individual. Pero la sigo usando a diario. Puede que las bandas reflectantes me impidan respirar, pero me aseguran que me vean, sobre todo cerca de maquinaria pesada y conductores distraídos. He visto lo que pasa cuando alguien no lo es. Prefiero pasar mucho calor y sudar antes que acabar chocando con el coche de alguien.

7:30 am – Inicio del día

Ya sea que esté instalando cables nuevos en un edificio o arreglando un problema con un interruptor en el ático de una casa, el trabajo siempre implica usar tanto la mente como los músculos. En verano, también hay que pensar en cómo mantener fresco al caballo. Cualquier ático parece un horno, ¿y el aislamiento? Se pega a todo como confeti de fibra de vidrio. Aprendí rápido a mantenerme hidratado. Deberías beber al menos una botella cada hora. Podría ser más si el suelo está asfaltado.

¿Esa camisa? Estará mojada a las 10 de la mañana. Pero, curiosamente, impide que el sol me dé en la piel. Es mejor tener la camisa mojada que los brazos quemados por el sol, sobre todo cuando se trabaja con metal que se siente caliente.

12:00 PM – Almuerzo a la sombra

Suelo comer donde hay sombra. Puede ser en la puerta trasera de un coche, bajo un árbol o, con suerte, dentro de un edificio con ventilación. En verano, hay un ambiente agradable entre los trabajadores. Nos veréis a todos vestidos con diferentes colores brillantes: amarillo, naranja, verde, como los marcadores de colores brillantes que se usan en las obras. Nos saludamos con la cabeza, bebemos agua y quizás nos quejemos un poco del calor. Pero seguimos adelante.

Son las 2:30 pm en The Drag.

Esta es la parte más difícil del día. El sol está alto en el cielo, mi camisa está rígida por el sudor y el polvo, y empiezo a sentirme cansado. A veces tengo que arrastrarme bajo un edificio o subir a un ático, y la camisa reflectante se siente como una armadura en una batalla medieval contra los elementos.

Pero el trabajo no se detiene. A la electricidad no le importa si hace frío o calor. Incluso si los enchufes están muertos, hay que revisarlos. Los paneles de control aún necesitan actualizarse, y la gente sigue necesitando electricidad para que sus ventiladores sigan funcionando.

17:30 – Resumen y reflexiones (literalmente)

Para cuando termino de empacar las herramientas y cerrar los circuitos, estoy completamente exhausto. Mi camisa, que antes estaba reluciente y limpia, ahora está sucia y manchada de mugre y sudor. Pero cumplió su función: me mantuve visible, a salvo y seguí trabajando.

Al volver a la camioneta, quito la pegatina, la tiro a la lavadora y dejo que el aire acondicionado me refresque unos minutos. Mañana pongo una nueva y lo vuelvo a hacer.

Cuando eres electricista en verano, especialmente si vistes una camisa de alta visibilidad, no solo trabajas con electricidad, vives conectado.

safetyin.com

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