Si algo he aprendido en mis años de trabajo es que la seguridad no es opcional, es una forma de vida. Trabajar con maquinaria pesada, esquinas estrechas, puntos ciegos y operaciones rápidas en almacenes o zonas de construcción significa que la visibilidad es fundamental. Puede marcar la diferencia entre volver a casa al final del día o no. Por eso siempre llevo mi chaleco reflectante de alta visibilidad cuando salgo.
No puedes evitar las cosas que no puedes ver.
Las carretillas elevadoras son ruidosas, pero hay muchas otras máquinas ruidosas en una obra. Con tanto ruido y actividad, es fácil pasar por alto a alguien que camina detrás de ti, sobre todo si lleva ropa de civil.
Cuando muevo un elevador con carga completa, a menudo no veo muy bien. Es muy útil poder identificar un chaleco reflectante brillante en un almacén porque ayuda a ver mejor. Me da una fracción de segundo para frenar o reducir la velocidad. Confío en esos chalecos para proteger a la gente, y espero que los demás también confíen en los míos.
El chaleco es más que un simple trozo de tela.
Es solo un equipo. No es sofisticado (bueno, de hecho sí lo es), y no va a ganar ningún premio de moda. El diseño es ingenioso: el material usa neón para mayor visibilidad durante el día y bandas reflectantes para cuando hay poca luz, como por la noche. Cuando llevo el chaleco, sé que me notan más, ya sea caminando por el patio o bajando del elevador para revisar una carga.
Se nota que son profesionales.
Estoy orgulloso de mi trabajo. Un chaleco reflectante no solo se trata de seguridad; les dice a todos que me tomo el trabajo en serio. Les dice a los nuevos empleados, visitantes e incluso a la gerencia que la seguridad es lo más importante. Es un estándar que establecemos y mantenemos para nosotros mismos y para los demás.
Cosas que he aprendido a las duras penas
He visto muchos sustos. Un día, un compañero caminaba detrás de mi montacargas sin chaleco de seguridad, y solo lo vi en el último momento. Fue impactante. Esa situación podría haber terminado muy diferente. Desde entonces, he sido quien les recuerda a los demás que usen su EPI, incluso cuando "solo necesitan agarrar algo rápido". Porque "rápido" es todo lo que se necesita.
Usar un chaleco reflectante de alta visibilidad no es una molestia. Es un hábito. Igual que revisar mi máquina antes de cada turno o mantener el camino libre en mis carriles de circulación. Es una acción sencilla que demuestra respeto por el trabajo y por las personas con las que trabajo.
Así que, si alguna vez me ves sin el chaleco, bueno, no lo verás. Porque no lo permitiré.
